Día tras día,
me ahogo con tantas tonterías.
Incomoda en mi propio hogar,
busco un lugar donde poder estar,
sin que las broncas que oiga,
me puedan fastidiar.
Evado mi mente de ese lugar,
aunque es difícil desconectar,
con los ruidos que no dejan de incordiar.
Tengo que salir de esta casa...
Escuchar el canto de los pajaritos,
huir de los gritos.
Suena mi teléfono,
mas es quien espero,
la persona que me da consuelo,
en esta vida dura que llevo.
Mi ansiedad se alivia al oírte,
no paro de sonreírte,
eres tu quien no deja de reírse.
Siempre me alegra escucharle,
el me ayuda a superarme,
sin el no hubiera seguido adelante,
en esta vida tan delirante.
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