En nuestros caminos,
solemos ir finos,
conduciendo por nuestro destino.
Llegamos a desvíos,
donde nos colocamos para evitar conflictos.
Seguimos conduciendo por esta autopista,
la que marca nuestra vida,
de las que nos necesitan.
Podemos pinchar,
desesperar...
O cambiar esa rueda y continuar.
Tendremos que esquivar,
a otras personas que han de espabilar,
ya que pronto estallaran.
Seguiré mi camino,
aunque se bifurque,
yo seguiré siendo el mismo.
Elije una carretera,
céntrate en ella,
no pensar en el camino de tu izquierda.
Sigue tu autopista,
no dejes que nadie pare tu carrera,
pero recuerda echar gasolina,
esta vida es muy extensa.
Autor: David Navarro
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