Amor mío, mi amor, amor
hallado 
de pronto en la ostra de la
muerte. 
Quiero comer contigo, estar,
amar contigo, 
quiero tocarte, verte. 
Me lo digo, lo dicen en mi
cuerpo 
los hilos de mi sangre
acostumbrada, 
lo dice este dolor y mis
zapatos 
y mi boca y mi almohada. 
Te quiero, amor, amor
absurdamente, 
tontamente, perdido,
iluminado, 
soñando rosas e inventando
estrellas 
y diciéndote adiós yendo a tu
lado. 
Te quiero desde el poste de la
esquina, 
desde la alfombra de ese
cuarto a solas, 
en las sábanas tibias de tu
cuerpo 
donde se duerme un agua de
amapolas. 
Cabellera del aire desvelado, 
río de noche, platanar oscuro,
colmena ciega, amor
desenterrado, 
voy a seguir tus pasos hacia
arriba, 
de tus pies a tu muslo y tu
costado.
 Autor: Jaime Sabines

 
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