El camino,
Un lugar por donde nos guiamos por el mundo,
Aunque sea imperfecto,
Tu sonrisa hace que el sol salga del atrezo.
Observo a las estrellas,
Llorando bajo un manto de comentas,
Tú haces que tenga una meta,
Conquistar tu corazón en nuestro planeta.
Ausencia de sus brazos,
Ausencia de sus besos,
Ausencia de sus anhelos.
Estoy necesitado,
De la droga más dulce que hay en este imperfecto mundo,
Soy adictivo a ese fármaco,
Uno que se trasmite por tu oído,
Mi dulce te amo.
Al final del camino,
Visualizas una silueta,
Mientras el viento arbolea el cabello de esa sombra extraña.
Con viento en contra,
Mi corazón dolido se encontraba,
La sombra se hizo más visible con el paso mientras hablaba.
Su dulce y voluminoso cabello,
Ondeaba hacia mi intentado secar las lágrimas de un corazón roto.
Se apresuraba,
Mi vista fue enfocada,
Más no creí lo que visualizaba.
Producía en mi deseo
En mi atracción,
Más no me cabe duda,
Soy adicto a tu amor,
Más siempre seré el príncipe de tu corazón
Autor: David Navarro
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons
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